Vivimos en una zona de playa, un pueblito bonito. Nos reunimos todos los jueves; damos clases de estudios bíblicos lunes y martes, atendemos a jóvenes de otros lugares, hacemos actividades para los niños y jóvenes de la zona: conciertos, fiestas, juegos, teatros, etc.
Por ahora somos pocos, pero nos estamos dedicando a reunir las condiciones tanto espiritual como material para poder crecer, no sólo en cantidad, sino en madurez y entrega a Dios.